Cualquier persona que tenga un problema que se alargue demasiado, que no encuentre soluciones o que tenga dificultades para enfrentarse a los problemas, puede acudir al psicólogo. Pero nos podemos preguntar qué es un problema, y hasta qué punto necesitamos ayuda: Podemos decir que, en principio, todas las personas tenemos la capacidad de resolver nuestros problemas. Pero hay situaciones en la vida que nos sobrepasan y bloquean nuestras capacidades. O nos sentimos tan vacíos, asustados, desesperados, angustiados o decaídos, que nos cuesta un gran esfuerzo seguir adelante. Es en estos momentos cuando es conveniente consultar a un psicólogo.
El hecho de buscar ayuda profesional en un momento dado, no quiere decir en absoluto que estemos locos, ni que no seamos capaces de resolver nuestros problemas. Se trata de acudir a un profesional especializado en entender los procesos psicológicos y sus mecanismos de cambio, que nos ayudará a seguir adelante.
Pero ¿nos pueden ayudar los amigos, familiares, etc.?
Depende de qué problema tengamos y de cómo estemos: los amigos nos pueden ofrecer una ayuda limitada. Ellos no son los que han de resolver nuestros problemas. Las personas cercanas acostumbran a darnos consejos y apoyo. Sin ellos lo pasaríamos mucho peor. El psicólogo no da consejos, sino que ayuda a la persona a ver qué posibilidades reales tiene a su alcance y la ayuda a decidir.
En cuanto a los familiares, hay que tener en cuenta que están emocionalmente muy implicados con nosotros y con nuestros problemas. Ellso también sufren y no siempre nos darán una solución imparcial. El apoyo y el amor de los que nos rodean es el mejor apoyo moral. El psicólogo, no obstante, es imparcial, y nos ayudará a ver otros puntos de vista libres de implicaciones emocionales.
¿Qué elijo? ¿Un psicólogo o un psiquiatra?
Ambas opciones son compatibles.
El psiquiatra receta medicación. En algunos casos, dependiendo de nuestro estado de angustia o deacimiento, dificultades para dormir, o para relajarnos, puede ir bien contar con la ayuda de un medicamento. La medicina nos ayudará a sentirnos mejor, evitará que nos hundamos más, que tengamos más ataques de ansiedad o nos ayudarán a dormir, entre otras cosas.
Pero sólo con la medicación no nos curaremos. Hemos de poner de nuestra parte para descubrir cual es el orígen de nuestro problema, y ponerle solución.
Para hacer este proceso nos puede ayudar el psicólogo, quien se encarga, mediante preguntas, diálogo, pruebas, etc, de ayudarnos a descubrir y concretar qué nos está pasando, por qué, qué soluciones podemos encontrar, qué hemos intentado ya para seguir adelante y no ha funcionado, y también nos apoyará en el proceso de cambio, nos animará a mirar hacia adelante y superar esta etapa difícil de nuestra vida.
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