Felicidad, familia, fraternidad, comida, regalos, o consumismo, obligación, hipocresía… soledad…
¿Qué es para ti la Navidad?
La Navidad es una fiesta, que aunque es de origen cristiano, se celebra como una tradición, independientemente de que se le dé o no un sentido religioso.
En los próximos tres artículos, iré tratando temas relacionados con la vivencia de la Navidad: la familia, el consumismo y la creatividad.
Para muchas personas es una fiesta alegre, divertida, creativa. Es una oportunidad para decorar la casa, cocinar cosas deliciosas y reencontrarse con la familia. Pero para algunas personas, no es así del todo. Hablaré de ellos, de cómo lo viven y qué pueden hacer al respecto.
La obligación de pasar las fiestas con la familia, cuando las relaciones no son tan buenas como se quiere aparentar, se convierte en una pequeña tortura que más de uno califica de hipocresía. Algunas familias que no se hablan en todo el año o que incluso se critican a la espalda, se visten sus mejores galas y hacen “el paripé”, sólo porque es Navidad.
También hay personas que tienen a su familia lejos, que han sufrido una pérdida reciente, o que simplemente no se relacionan con los suyos. La Navidad, con todos los mensajes, anuncios comerciales, etc., que van en la misma dirección, les recuerda su soledad.
Algunas personas se sienten muy solas y desgraciadas porque “no hacen lo que toca”, es decir, pasar la Navidad con la familia. Hay una obligación social de pasar la Navidad en familia y poner buena cara. Y no es fácil “ser diferente”.
Otras personas han logrado vencer esta presión de la sociedad, y simplemente han renunciado a celebrar unas fiestas que no les apetece celebrar. Y disfrutan haciendo otra cosa. Hablo, desde luego, de aquellos a los que no les gusta la Navidad.
Nunca es fácil ir contra corriente. Tenemos tendencia a adaptarnos a lo que se espera que hagamos. Esto, claro, depende de la personalidad de cada cual.
También hay quien tiene un mal recuerdo, porque de pequeño o joven lo vivió con desilusión o angustia, pero ahora su situación personal ha cambiado. A estas personas las invito a redescubrir la Navidad, a construirla a su medida, a buscar esa parte que les pueda gustar más: decorar, cocinar, reunirse con amigos, hacer regalos, etc. y disfrutar de estas fechas.
Si te gusta la Navidad, disfrútala. Si no la celebras, planifica antes cómo pasarás estos días, con quien cuentas, qué actividades te gusta hacer, etc. para evitar sentirte diferente y solo. Hay muchas personas que no lo celebran y puede ser una buena idea juntarse para hacer algo juntos.
La semana que viene: Cómo vivimos el consumismo en estas fechas.
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