CATALÀ

¿Qué nos transmiten nuestros padres?

Nuestros padres, a parte de darnos la vida, son nuestro referente más primitivo, generalmente son los primeros y principales transmisores de mensajes, cariño, protección, normas, etc.

Básicamente nos transmiten tres tipos de información:

Nuestros referentes culturales: Cómo es el mundo que nos rodea y cómo nos relacionamos con él.
Algunos de los principales referentes son:
·        Los valores de la sociedad en que vivimos, las normas, tanto las escritas como las normas socialmente aceptadas (las que no están escritas)
·        Qué obligaciones tenemos.
·        Cómo hemos de actuar en las diferentes situaciones.
·        Qué hemos de conseguir en la vida (para algunos será “ser feliz”, para otros “tener mucho dinero” para otros “trabajar mucho”, etc.)
·        También nos enseñan cómo lo hemos de conseguir (por ejemplo, para llegar a tener mucho dinero, nos pueden decir que hay que trabajar y luchar mucho, que se puede estafar a quien sea con tal de salirte con la tuya, o que has de buscar una pareja que tenga mucho dinero)
·        Las creencias religiosas, metafísicas, etc.
·        Las reacciones emocionales propias de nuestra cultura. (Por ejemplo, hay culturas en que se expresan mucho las emociones y otras son muy “frías”).
·        La importancia y el trato que se da en nuestra cultura a la familia, a los ancianos, a la mujer, a los niños, al trabajo… (no es lo mismo para una mujer ser educada por una familia católica muy tradicional, por una familia progresista o por una familia gitana, por ejemplo).



Parte nutricia: Es la parte de los padres que nos da consuelo, nos da los permisos para hacer o no hacer, para sentir una cosa u otra y también es la parte que cuida de nosotros. Aquí, cada padre y madre tiene su estilo: desde los padres muy “desprendidos” en que el niño “ya se abrigará si tiene frío” y “cada cual come cuando tiene hambre”, hasta el otro extremo, que serían los padres sobreprotectores, que abrigan demasiado al niño y están encima de él, pendientes de todas y cada una de sus necesidades, y las cubren al instante. Entre un extremo y el otro, hay muchos términos medios.

Parte crítica: Es la que pone los límites, da las órdenes, prohíbe y corrige. El niño o niña, para aprender, ha de distinguir entre lo que está bien hecho o no, ha de recibir una respuesta por parte de los adultos que le rodean. Si el niño o niña, por ejemplo dibuja, y siempre le decimos “muy bien”, por sistema, sin corregir, difícilmente aprenderá a superarse, no mejorará su forma de hacerlo. Es preciso darle indicaciones, siempre de una forma positiva, para que aprenda a distinguir cuándo una cosa está lo bastante bien, y cuándo se puede mejorar, puede esforzarse más, etc.

Pero dentro de esta parte crítica, hay figuras parentales que lo hacen de forma totalmente negativa, descalificando, desvalorizando, incluso insultando al niño. Esto, aparte de que no sirve para enseñarle nada, lo que hace es atentar contra la autoestima de la criatura, crearle inseguridad. La crítica y los límites son necesarios, pero siempre de manera cuidadosa y positiva.

En el próximo artículo, cómo nos transmiten los mensajes.


No hay comentarios :

Publicar un comentario