CATALÀ

¿Qué es la psicoterapia cognitiva?

La semana pasada hablamos de los orígenes de la psicología conductista, con Pavlov y Skinner, entre otros. A partir de ellos, se establecen un conjunto de técnicas que tratan el problema, no a la persona, con la premisa de que todo estímulo conlleva una respuesta. Para ellos todo se basa en el aprendizaje de respuestas a un estímulo determinado. Si cambiamos este condicionamiento, variaremos la respuesta al mismo estímulo.


Estas técnicas, históricamente muy utilizadas en psicología, han sido fuertemente criticadas por el hecho de no tener en cuenta ningún otro factor, fundamentalmente el organismo, las emociones, los pensamientos, etc., de la persona. Además no se trata a la persona en conjunto, como un todo cuerpo-mente, sino que se trata el síntoma, como respuesta a un estímulo. Se trata de modificar la respuesta del individuo.

Hacia los años 50 y 60 del siglo XX comienza a aparecer una corriente psicológica que introduce ciertas innovaciones en el campo de la psicología conductual.
El cognitivismo se basa en la idea de que si tú cambias tu forma de pensar, automáticamente cambia tu forma de sentir y tus emociones. Consideran que hay una serie de pensamientos distorsionados que son los que provocan que nos sintamos mal ante una situación. Lo importante no es la situación en sí, sino los pensamientos que tenemos sobre aquella situación. Estos pensamientos deformados los denominan “distorsiones cognitivas”. Un ejemplo podría ser: Una persona está buscando trabajo y hace dos entrevistas de trabajo y le dicen que no. Entonces, esta persona concluye: “No me cogen nunca en ningún trabajo”. Esto sería una distorsión cognitiva que se llama concretamente “generalización inadecuada” porque no podemos pensar que a partir de dos experiencias no nos cogerán nunca. El pensamiento correcto sería: “he hecho dos entrevistas y no me han cogido, pero seguiré probando en otros lugares hasta que me cojan”.
Se trata, entonces, de trabajar los pensamientos para llegar a la conducta.

A diferencia de la corriente conductual, que sólo tiene en cuenta el estímulo y la respuesta, el cognitivismo contempla procesos mentales como son la memoria, la atención, la opinión, la representación del conocimiento, el razonamiento o la creatividad. Ya no se trata de modificar la respuesta, si no el pensamiento asociado a esa respuesta.

A pesar de estas innovaciones, hay un factor importante que sigue sin tenerse en cuenta: los sentimientos y las emociones. Estas últimas se tendrán en cuenta en la nueva corriente de la psicología que surge por la misma época, la psicología humanista, emparentada con la filosofía existencial. Explicaremos las bases de esta corriente en próximos artículos.

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