CATALÀ

La personalidad humana (2)


Antes de entrar a definir los diferentes tipos de personalidad existentes, debemos explicar los estilos de actuación que determinan estas personalidades.

Por un lado, hay que tener en cuenta el concepto de refuerzo: para actuar, para dirigirnos hacia un objetivo, necesitamos una estimulación, un refuerzo. Este refuerzo se puede buscar de manera activa o bien pasiva.

Los individuos que buscan el refuerzo de forma activa, serán personas con tendencia a la acción. Tienen una conducta alerta, vigilante, persistente, ambiciosa y dirigida hacia su objetivo. Están firmemente comprometidas en asegurar lo que quieren. Planifican estrategias, buscan alternativas, manipulan los acontecimientos y sortean los obstáculos. Son enérgicos, emprendedores, y muestran una necesidad de controlar su entorno ambiental.

Los individuos pasivos son reactivos. Inician pocas estrategias. Esperan que su entorno les provea de refuerzos. Tienden a la inercia y a la adaptación. Las experiencias pasadas les han privado de la oportunidad de adquirir seguridad en ellos mismos, confianza en su habilidad para dominar los acontecimientos de su entorno. Muchas veces piensan que podrán obtener las cosas con poco esfuerzo por su parte. Esperan que el entorno actúe por ellos, y entonces elegirán cómo reaccionar. 

La forma de buscar el refuerzo da lugar a 4 estilos básicos de personalidad:

Independiente: busca los refuerzos en sí mismo, confía en él mismo.
Dependiente: busca refuerzo en los demás. La atención, el afecto, el apoyo interpersonal son muy importantes para él.
Ambivalente: no acaba de decidir dónde buscar el refuerzo. Unas veces se mostrará dependiente y conformado y otras independiente, autónomo, incluso agresivo. Son personas llenas de disonancias y dudas. También pueden desarrollar un control rígido para auto-protegerse y padecer sentimientos de culpa, auto-desaprobación y pesimismo.
Aislado: son personas que no buscan refuerzo. Ni en los demás ni en sí mismas. Hay una pérdida de interés del individuo en conseguir el placer o evitar el castigo. Son personas que se relacionan muy poco con los demás.

Teniendo en cuenta dónde la persona busca el refuerzo (independiente, dependiente, ambivalente o desvinculado) y cómo lo busca (activo o pasivo) tendremos 8 estilos de personalidad:

Independiente + Activo: personalidad que va de enérgica a violenta. Aventurero y arriesgado.
Independiente + Pasivo: personalidad segura. Poco empático, imaginativo y sereno.
Dependiente + Activo: personalidad sociable. Animado, abierto y puede ser superficial y dramático.
Dependiente + Pasivo: cooperador, complaciente, abierto y dócil.
Ambivalente + Activo: Impredecible, divergente, pesimista.
Ambivalente + Pasivo: Respetuoso, organizado, cortés, y afectividad que puede ser reprimida.
Aislado + Activo: Inhibido, alerta, tímido, preocupado e inquieto. Solitario.
Aislado + Pasivo: Introvertido, pasivo, modesto, inactivo.

Conviene recordar que no hay estilos “puros” de personalidad. Todos estamos formados por múltiples estímulos y experiencias, y podemos ser “personas diferentes” dependiendo de cada situación.

En próximos artículos iré ampliando cada uno de los estilos de personalidad.

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